De sobrios aromas frutales de la gama de los herbáceos frescos, con recuerdos de heno segado y apuntes de hinojo, notas de frutas blancas y fino apunte mineral.
Buen vino de aperitivo, con pescados fritos, crustáceos cocidos, navajas a la plancha y conservas de mariscos (almejas, berberechos). También con entradas, como ensaladilla y sopas frías, pescados blancos (va muy bien con rebozados a la romana: merluza, pescadilla, calamares, incluso bacalao), sepia a la plancha y hojaldres salados. Quesos cremosos tipo brie.
En el año 1998 un grupo de empresarios y viticultures, todos ellos vinculados a la Ribera del Duero, afrontan a fundación de Bodegas Abadía San Quirce. Desde su fundación han realizado una decidida apuesta por vinos de alta calidad que reflejan las características de su suelo y de las variedades autóctonas de la tierra.
| Tamaño | 150cl, 75cl |
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